En un referéndum el domingo, los votantes chilenos rechazaron una propuesta para una nueva constitución que reforzaría las salvaguardias para la propiedad privada, optando por mantener la actual, redactada durante la dictadura, la cual ha sido acreditada por economistas por convertir al país en el más próspero de América Latina.
Después de un debate constitucional que inició en 2019 tras protestas masivas, donde se buscaba abordar desigualdades y priorizar el medio ambiente, los resultados muestran un respaldo chileno al modelo económico amigable con el mercado. A pesar de las críticas sobre la legitimidad de la constitución actual, escrita durante la dictadura, la preocupación por la economía y la seguridad ha eclipsado el deseo de un cambio constitucional radical.
Los intentos previos para redactar una nueva carta magna, desde una propuesta progresista hasta una más conservadora, han sido rechazados por los chilenos, reflejando una tendencia hacia la estabilidad política y económica actual.
Los expertos señalan que la insatisfacción con la propuesta conservadora y las prioridades del país en seguridad y economía han llevado a este resultado, mostrando un cambio en el ánimo político chileno desde 2019.
La decisión de mantener la actual constitución ha generado debate y, aunque el gobierno no planea otro intento de cambio constitucional pronto, algunos analistas plantean la necesidad de discusiones más profundas sobre el futuro político del país.