Vladimir Putin ha emergido como el vencedor indiscutible de las elecciones presidenciales rusas, obteniendo el 87% de los votos, según resultados preliminares divulgados este domingo. Estos resultados, basados en el conteo de papeletas de solo el 24,4% de los colegios escrutados, representan un récord para Putin, quien en los comicios de 2018 había logrado entre el 64% y el 68% de los votos.
La oposición, diezmada por la represión, no pudo hacer frente al poderío electoral de Putin. La ofensiva en Ucrania, que ha causado innumerables muertes desde su inicio en febrero de 2022, ha sido el telón de fondo de estas elecciones. El Kremlin presentó los comicios como una oportunidad para que los rusos expresaran su apoyo a la acción en Ucrania, lo que llevó al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a denunciar que Putin está «ebrio de poder» y busca «reinar eternamente».
Polonia, por su parte, consideró que estas elecciones no fueron legales, libres ni justas, cuestionando su validez. Los otros tres candidatos en liza no representaron una verdadera alternativa, al seguir la línea del Kremlin en cuanto a Ucrania y la represión, que culminó con la muerte de Alexéi Navalni, principal opositor de Putin, en febrero.
A pesar de la falta de oposición real en las urnas, algunos votantes expresaron su descontento y protesta, como la viuda de Navalni, Yulia Navalnaya, quien votó en la embajada rusa de Moscú y escribió el nombre de su difunto esposo en su papeleta, denunciando su asesinato un mes antes de las elecciones.
Mientras tanto, en el extranjero, especialmente en ciudades como París y Berlín, se formaron largas colas ante las embajadas rusas, con la participación de rusos exiliados mostrando su descontento. Sin embargo, las autoridades rusas interpretaron estas colas como un respaldo al Kremlin, presentándolas como una muestra de apoyo.
El proceso electoral transcurrió en calma en general, pero hubo al menos 74 detenciones por diversas formas de protesta electoral, evidenciando la dura represión a la disidencia en Rusia desde el inicio de la ofensiva contra Ucrania.
Putin, quien ha permanecido en el poder desde 1999, se enfrenta ahora a un nuevo mandato, lo que lo convertirá en el líder ruso con más tiempo en el poder desde Catalina la Grande en el siglo XVIII. Aunque admitió que Rusia atraviesa un «período difícil», llamó a la unidad y la confianza en sí mismos de la nación en su discurso preelectoral.