Una potente tormenta azotó la provincia y la ciudad de Buenos Aires durante la madrugada del 17 de diciembre de 2023, generando vientos que superaron los 100 km/h y dejando a su paso árboles caídos, vehículos dañados y numerosos inconvenientes.
Según los informes proporcionados por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), este fenómeno meteorológico se gestó a partir de la interacción entre una masa de aire frío proveniente del sur del país y una masa de aire con características tropicales. La combinación de temperaturas elevadas, una humedad notable y condiciones atmosféricas inestables, junto con determinadas configuraciones de viento en niveles medios de la atmósfera, desencadenó este vendaval.
Este episodio no constituye un hecho aislado en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), según señalan los expertos del SMN. Recuerdan eventos similares, como la tormenta de mayo del mismo año, que presentó vientos tan potentes que lograron desplazar aeronaves en la pista del aeroparque metropolitano. En esta ocasión, vídeos compartidos mostraron destrozos significativos, incluyendo roturas de vidrios en la terminal aérea.
El SMN destacó que la zona afectada ya se encontraba bajo alerta naranja durante varias horas previas al evento, con avisos a corto plazo emitidos a través de su plataforma online. A pesar de las precauciones tomadas, la magnitud de la tormenta causó daños considerables, dejando lesionados y daños materiales en su paso por la región.
Este evento meteorológico resalta la importancia de las alertas tempranas y la necesidad de estar preparados ante condiciones climáticas extremas. Las autoridades continúan evaluando los daños y trabajando en la recuperación de las áreas afectadas por este vendaval repentino.
Impacto en Aeroparque y Aeropuerto de San Fernando tras el vendaval
Las secuelas visuales del vendaval que azotó durante la madrugada en el Área Metropolitana quedaron inmortalizadas en las imágenes que circularon ampliamente, mostrando una escena que parecía extraída de una película catastrófica. Sin embargo, eran registros reales que reflejaban la devastación en el Aeroparque porteño y en el aeropuerto de San Fernando, epicentros del temporal que dejó consigo una lamentable pérdida humana, 18 heridos y considerables daños materiales.
El Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, cerrado durante casi seis horas debido a las repercusiones del vendaval, finalmente reabrió sus operaciones. No obstante, los estragos fueron notorios, particularmente para Aerolíneas Argentinas, con 16 aviones fuera de servicio y alrededor de cien vuelos afectados por cancelaciones y demoras.
El concesionario Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000) informó sobre los daños ocasionados por el temporal, que incluyeron rotura de vidrios, techos volados en hangares y daños generales en aeronaves estacionadas. A pesar de las labores inmediatas para restaurar las condiciones de operatividad, las cancelaciones y retrasos persistieron.
Las actividades en la terminal se reiniciaron a las 9 de la mañana luego de intensas labores de limpieza en la pista para asegurar los despegues y aterrizajes. No obstante, las complicaciones continuaron, con 52 arribos y 57 partidas canceladas en ese momento.
El comunicado oficial detalló los daños sufridos, desde vidrios blindex rotos hasta secciones dañadas en áreas como el pasillo de arribos internacionales y el sector de preembarque doméstico. Parte del techo en las puertas 10, 11 y 12 resultó dañado, inhabilitando dos puertas en el proceso.
Los estragos se extendieron más allá de las áreas de pasajeros: varios hangares vieron volar sus techos, las aeronaves estacionadas sufrieron daños y en el estacionamiento se reportaron daños en el techo del sexto piso, además de árboles caídos en las inmediaciones sobre la avenida Costanera.
A pesar de los esfuerzos por restaurar la normalidad en las operaciones aeroportuarias, las consecuencias del vendaval continuarán impactando en las reprogramaciones y ajustes necesarios por parte de las aerolíneas afectadas, mientras las labores de recuperación siguen su curso en las instalaciones dañadas.